jueves, 14 de octubre de 2010

El brillo del diamante...

Se como un diamante en el  Wu shu

Cuando se practica el arte marcial chino, muchas veces al darnos algunas palabras o frases de filosofía, nos piden que seamos como el diamante; es decir que tengamos el brillo de un diamante y no el del oro y nos hacen la siguiente comparación:
"Hay que ser como el diamante, que de un pedazo de carbón extraído de la tierra, conforme se va puliendo  va adquiriendo brillo, entre mas se pula mas reflejos tendrá, mientras que el oro en apariencia se pule poco, pero conforme pasa el tiempo, tienes que volver a limpiarlo para que su brillo tenga efecto".
Esto quiere decir que un practicante debe ser como un diamante en bruto que cuando se encuentre entrenando se va puliendo y adquiriendo un brillo único, que después no necesita una limpieza muy profunda, solo un trapazo por así decirlo para volver a brillar, mientras que el practicante que es como el oro brilla pero después tiende a opacarse y tiene uno que volver a tratarlo para que brille de nuevo.
Poniéndolo en el practicante, a veces creemos que aprendemos rápido una técnica o un movimiento y lo dejamos de repasar, pero si no pulimos ese movimiento solo brillara una vez y tendremos que volver a repetirlo hasta que lo logremos hacer de nuevo bien; esto es brillar como oro, brillar como diamante es aprender y repasar hasta que nos salga bien muchas veces y no solo una; estamos puliéndonos para brillar como diamante.
Todos podemos ser diamantes, pero depende de cada uno serlo y querer brillar, también podemos ser oro que deslumbremos pero solo un tiempo, como aquellos que mientras practican siguen las reglas, dejan de practicar y olvidan que no solo en el  Wu shu se siguen lineamientos, que cada uno tiene una disciplina y que esta nos guía toda la vida.
De cada uno depende que quiera ser: muchos son oro que brillan pero que luego se opacan, otros tratamos de ser diamantes y aunque no practiquemos constantemente seguiremos brillando gracias a nuestro pulido que no fue superficial sino que llego a nuestro corazón dándole un brillo especial.
Tú decides que quieres ser en el arte marcial:
¡Diamante u oro!

No hay comentarios:

Publicar un comentario